Subastas y otros instrumentos de mercado para impulsar la protección de la biodiversidad

Está próximo a terminar el año internacional de la biodiversidad biológica, proclamado por las Naciones Unidas para atraer la atención internacional sobre la pérdida continua de la biodiversidad y, poner de manifiesto los beneficios que ésta supone para la economía y la sociedad.

Durante este tiempo, se han desarrollado actividades de diverso índole. Instituciones como la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Rural y Marino han realizado un importantísimo papel en la concienciación. Quiero destacar, no obstante, la que desarrollada en el marco del proyecto LIFE+ “Empresa y Biodiversidad” está impulsado instrumentos de mercado para ponerlos al servicio de la protección de la biodiversidad.

Son muchos los indicadores que nos pueden hacer comprender el grado de amenaza que sufre la biodiversidad y los perjuicios económicos que esto supone. Así por ejemplo, la tasa de extinción de especies es ahora entre cien y diez mil veces más alta que en periodos de no extinción, incluso Miguel Delibes de Castro ha llegado a señalar que podríamos estar dentro de la sexta gran extinción del planeta. Como él mismo indica, nuestra huella, como seres humanos, se ha incrementado entre cincuenta mil y cien mil veces dentro de la historia de la humanidad. En cinco mil años hemos aumentado entre cincuenta y cien veces la cantidad de recursos que consumía un cazador recolector del paleolítico y, además, nuestra población se ha multiplicado por mil.

Gran parte de la población mundial se alimenta con solo ciento cincuenta especies cultivadas mientras se dejan perder miles de variedades todos lo años, incluso dentro de las razas de animales domésticos se perdieron sesenta entre 2002 y 2007 debido a la globalización de la industria ganadera.

El cuarto informe del panel intergubernamental de expertos de cambio climático (IPCC) agudizaba aún más este preocupante panorama para el futuro. Este informe señala que entre el 20-30% de las especies estarán en mayor riesgo de extinción si el incremento de la temperatura mundial sobrepasa el aumento de un 1,5 y 2,5 grados centígrados.

Frente a estas pérdidas, siempre se ha llamado la atención de la enorme dependencia que tenemos de la biodiversidad, así por ejemplo, diez de los veinticinco medicamentos más conocidos provienen de productos naturales. El ecoturismo representa el 5% del turismo mundial.

En definitiva, se estima que el 40% de la economía mundial se basa en la biodiversidad y en los servicios de los ecosistemas.

Sin embargo, solo tres de cada cien noticias que vemos en los telediarios de las cadenas de televisión españolas están relacionados con el medio ambiente y dentro de este porcentaje solo un tercio se refiere a la biodiversidad.

En este contexto, tratar de integrar en la actividad económica a través de instrumentos de mercado, entre ellos la responsabilidad social corporativa y el marketing verde, los compromisos de protección de la biodiversidad de las empresas es una estrategia imprescindible.

Esto es lo que trata de ensayar el proyecto LIFE+ “Empresa y Biodiversidad” que coordinado por la Fundación Global Nature y con una duración de tres años, tiene como objetivo concienciar a las empresas sobre las oportunidades de negocio y las ventajas competitivas derivadas de contribuir a la protección de la naturaleza.

En este proyecto, entre otros, se trata de estimular la presencia de las ayudas y actividades relacionadas con la protección de la biodiversidad en las políticas de responsabilidad social corporativa de las empresas. De esta forma en las memorias a través de las que se comunica la responsabilidad empresarial quedará reflejada la contribución de la empresa. También trabaja el proyecto en la integración en las políticas de ayudas para la conservación de la naturaleza. En este sentido se incorporaría en los compromisos asumidos en el marco de los sistemas de gestión medioambiental que son destinados a la certificación según norma ISO 14001 y, especialmente, en aquellos que después del proceso de verificación y validación consiguen inscribirse en el registro europeo EMAS.

Pero, quizás, lo que más llama la atención dentro de este proyecto LIFE es la sencillez de instrumentos de mercado como son las subastas de biodiversidad. El día 26 de octubre, coincidiendo con la décima reunión de las partes del Convenio marco de Biodiversidad que se celebró en Nagoya (Japón), la Fundación Global Nature celebró en Madrid una de estas subasta en la que sesenta empresarios pujaron por aparecer identificados con una determinada actividad que esta ONG desarrolla en materia de protección de la naturaleza así, por ejemplo, asociarse al anillamiento y colocación de póster para cigüeña blanca alcanzó los cinco mil euros y contribuir a repoblar la dehesa extremeña se valoró en nueve mil novecientos euros.

Durante años se ha realizado una intensa política desde la administración ambiental destinada a la conservación de la naturaleza, prueba de ello es la Red Natura 2000 impulsada por la Unión Europea, las medidas agroambientales integradas en la Política Agraria Común (PAC) o el instrumento financiero LIFE que desde su creación en el año 1992 ha destinado cientos de millones de euros en la puesta en marcha de proyectos para la protección de la biodiversidad.

En estos momentos sin perder de vista la necesidad de consolidar la intervención de la administración ambiental hace falta impulsar la participación y la corresponsabilidad de las empresas por lo que el proyecto LIFE+ “Empresa y Biodiversidad” y su campaña europea asociada es una excelente iniciativa.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante articulo, la población humana es grande y la depredación es también proporcional al crecimiento de las mismas..... saludos....

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